Los profesionales que participamos en los procesos asistidos con caballos, para personas en situación de necesidades especiales, tenemos la posibilidad de ser constructores de espacios inclusivos, a través de las prácticas que generemos conjuntamente, aportando nuestra experiencia y conocimientos, con el fin de crear unión entre grupos profesionales, cuyo objetivo prioritario es, acercar el caballo a TODOS, sin distinción, siendo facilitadores del impacto de ese acercamiento, pudiendo aplicar herramientas que potencian todos los beneficios que se pueden conseguir, con una buena formación y pudiendo canalizar y orientar las habilidades individuales.
El caballo, educador, saludable, socializador, en un contexto de distensión, creación, desarrollo personal, autogestión, etc. (como debe ser el tiempo de ocio), potencia las cualidades de las personas que interactúan con ellos, mostrando habilidades muchas veces impensables que además, están directamente relacionadas con el ejercicio físico, el instinto de supervivencia, la adquisición de nuevos conocimientos, con el autocontrol, la superación, el liderazgo, el trabajo en equipo y otros muchos, en un marco de dinamismo y diversión y que puede aplicarse a cualquier persona sin distinción.
El hecho de, además realizar las actividades con animales y al aire libre, hace que los beneficios se multipliquen, pudiendo permitir una divulgación paralela del cuidado y respeto a los animales y a la naturaleza.
“La propuesta de una mediación educativa con el uso del caballo facilita un nuevo estilo de aprendizaje, una nueva forma de relacionarnos, una nueva actitud para mantener la motivación, implicándonos e incluso comunicarnos con los demás. El desarrollo de nuestras capacidades: cognitiva, físico-motora, social y personal, a través de una nueva propuesta de interactividad de sinergias distintas, la humana y la animal pueden ser usadas, potencialmente, para adquirir, estimular y experimentar habilidades y valores necesarios para la adquisición de competencias que faciliten la integración social.” (Belén Franquet Montufo, “La mediación del caballo y su relación con la adquisición de competencias” 2010)
El caballo inclusivo, aporta nuevas herramientas, en beneficio de las personas con cualidades diferentes, los profesionales con inquietudes, los centros con conciencia social corporativa y las instituciones responsables.
Salidas laborales, de ocio, terapéuticas, saludables, sociales, ocupacionales etc, dan valor añadido a los beneficios que ya de por si, nos proporciona el caballo.
En Europa lo saben hace tiempo, siendo una importante fuente de puestos de trabajo, directos e indirectos y con un amplio perfil de profesionales relacionados, implicados en la igualdad de oportunidades, el bienestar animal, la sostenibilidad y el cuidado al medio ambiente.